jueves, 3 de mayo de 2012

                                  CUENTOS DE LOS RABINOS...EL MARTIRIO
El relato del martirio de una mujer junto con todos sus hijos, basado en 2Mac 7 y 8, alcanzó una gran difusión.


Enseñaron nuestros maestros: Ésta es la historia de un emperador que ordenó a Miriam la piadosa y a sus siete hijos que adoraran a un ídolo, pero ellos se negaron. Llamó al mayor de todos, y le dijo: 
Adora a mi ídolo; si no lo haces, te causaré gran tortura. 
Respondió el muchacho:
Está escrito en nuestra Torah: "No tendrás otros dioses frente a mí" (Éx 20,3).
Luego llamó al segundo, y le dijo lo mismo.
Está escrito en nuestra Torah-contestó el muchacho-:"Pues no te has de posternar ante otro Dios" (Éx 34,14).
El tercero le dijo:
Está escrito en nuestra Torah: "Escucha, Israel, Yahveh, nuestro Dios, Yahveh es Uno" (Dt 6,4).
El cuarto contestó:
Está escrito en nuestra Torah: "a ti se te ha mostrado, para que sepas que Yahveh es Ha-'Elohim" (Dt 4,5).
El quinto le dijo:
Está escrito en nuestra Torah: "Sabe, pues, hoy y reflexiona en tu corazón que Yahveh es Ha-'Elohim" (Dt4,39).
El sexto contestó:
Está escrito en nuestra Torah: "Tened mucho cuidado, no vaya a ser seducido vuestro corazón" (Dt 11,16).
El último de todos dijo:
Está ecrito en nuestra Torah: "Hoy has hecho afirmar a Yahveh" (Dt 26,17) y "Yahveh te ha hecho aseverar hoy" (Dt 26,18). Nosotros le juramos que sólo le adoraríamos a Él y Él nos juró que nos pagaría una gran recompensa.
Entonces le dijo el emperador:
Te dejaré libre con la condición de que seas temeroso de mi reino y me honres.
¡Ay de ti, rey!-exclamó el muchacho-.¿cómo voy a honrarte a ti y no voy a honrar a Dios?.
Cuando fue a ejecutarlos, dijo Miriam, la Madre de ellos:
Empieza conmigo primero.
Ellos morirán hoy y tú mañana-respondió el emperador-, pues así está escrito en vuestra Torah: "A ella (vaca u oveja), juntamente con su cría, no degollaréis en un mismo día" (Lv 22,28).
Ella le respondió:
¡Maldito impío!, incumples toda la Torah y vas a cumplir precisamente este versículo. Déjame que bese a mis hijos- añadió.
Besó a cada uno de ellos, y al último le dijo:
Ve y di a Abraham, tu padre: "No te enorgullezcas: tú construiste un altar para tú único hijo, pero no ejecutaste el sacrificio. Nosotros te hemos presentado siete altares, y además el emperador nos ha matado después de someternos a una dura tortura".
Después de martarlos a ellos, el emperador mató a la madre. De ella está dicho: "Como madre de hijos, jubilosa" (Sal 113,9).